martes, 31 de agosto de 2010

Y ahora qué hago...

No quiso quedarse, se fue, la muy ingrata. Se llevó sus pantaletas en una bolsa de plástico, creo que era de Soriana. Sus zapatos, sus blusas y hasta un Rolex que le compré en la central de camiones, creo que veníamos de La Villa. Se fue, se fue...ya llegó mi esposa, por poco y la encuentra aquí.

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