martes, 31 de agosto de 2010

Se enamoró de él después de tantas horas sentados en el mismo asiento de camión. Me enamoré de él, se lo repetía cada día. Él, no volteaba la vista, no veía que esa persona le amaba. Él se ensimismaba en su reproductor de música. La otra persona se ensimismaba en su perfil, lo único que podía verle. El enamoramiento llegó después de sólo tocar su pierna con la suya. Varios kilómetros más lejos no logró olvidarlo. Se fumó otro cigarro y se propuso olvidarlo. Se terminó la cajetilla y no lo logró.

No hay comentarios:

Publicar un comentario