lunes, 20 de septiembre de 2010

No puedo recordar

Un pedacito de aquello

Aquella tarde era de otoño, empezaba el frío, el viento ya soplaba seco. No para ella, a ella le pertenecen la primavera, los colores, las mariposas, la alegría que el calor trae consigo.
Una paleta de infinitos colores con un fondo incoloro, de textura suave, que resalta la calidez y el exquisito calor del color.
Sí, recuerdo bien, mariposas, flores, hojas…naturaleza resaltada, por una escultura natural, como un Botticelli.
Era como si en su pecho tuviera un trimestre del año plasmado. Cómo… no lo sé, no intento  saberlo. Sólo intento observarlo, intento. Más allá no puedo ir.
No me lo puedo permitir.
Dejo que le memoria pinte sobre un lienzo inexistente, que las imágenes se conviertan en retratos, que lo palpable se convierta en una imagen quimérica creada por la mente.
Allí permanecerán, crecerán esas flores, volarán las mariposas, secarán las hojas. La naturaleza  cambia constantemente, varias veces al año.
La tuya  no cambiará, se quedará inmutable, dejará que mi memoria la recuerde.
Que mi memoria la convierta en naturaleza muerta cuando lo crea conveniente.

                                                                                         A.E.B. Gracias por ser parte de esto


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