miércoles, 6 de abril de 2011

                                                                         


                                  ::Tú::
Caminé. Caminé mucho
tiempo en tinieblas fue lo que dije a mi psicólogo
Seguí hablando por más de dos horas.
Le conté mis problemas personales, el trabajo y la familia.
Permanecí hablando por una hora más.
Y ahora, ¿cómo te sientes? ―preguntó
el señor de pantalón kaki y camisa violeta―

¿Ahora? ―contesté dubitativo―
Sí, ahora que dices que ya no caminas
en línea recta y bajo la oscuridad ―replicó―

Ahora encontré a una persona, la
encontré justo cuando menos la esperaba. Todo se dio de manera natural, nos
conocimos, salimos un par de veces y ahora, ahora véame…

―continúa, dijo el psicólogo―
Pues hace honor a su nombre―dije―
Cómo se llama―volvió a interrumpir­―
Sólo le puedo decir eso, hace honor a
su nombre. Es como un ser celestial.

Tiene nombre de eso, de esos seres que
dicen nos acompañan durante toda nuestra vida―fue lo último que dije antes de
salir del consultorio­―.




























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